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 «Esparte» y la artesanía del esparto
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 Jesús María Quintero Gómez nos acerca al mundo del esparto, a través de «Esparte, artesanía fina de esparto», que nos pone en comunión con nuestras costumbres más ancestrales. Además de ofrecernos su página, Esparte ha comenzado una nueva andadura, impartiendo cursos... ¡Que no se pierda la tradición! |
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 Conozco pocas personas mayores a las que las labores de esparto no les evoque recuerdos, reencuentros afectivos y memorias: "Mi padre hacía pleita también…", "por mi casa siempre había un capazo de esparto…", "recuerdo a mi padre haciendo las esparteñas…". Por no mencionar a una señora la cual me comentó recientemente que su padre era ciego y también tejía la pleita; ¡asombroso!.
Esparte pretende simplemente recuperar esta memoria y no sólo de modo pasivo sino también activo: ¿cómo?. Dando el salto del consumo -incluso del consumo de recuerdos- a la "producción", a la elaboración de piezas. Mediante cursos de aprendizaje se pretende implicar a todas las personas que estén interesadas en aprender a tejer con las hojas del esparto. Por tanto, memoria y presencia viva en la actividad.
Y al mismo tiempo, esparte es el esparto hecho "arte"; es el esparto tejido bajo el calor humano con vocación de arte.
Hace ya unos quince años que comencé la andadura con esparte recuperando diversas técnicas de trenzado y manipulación del esparto. Poco a poco he ido gestando un modo de hacer que empieza a madurar. Este año ha sido muy importante: me he implicado directamente en la feria de ecología y salud natural "Biocultura" de Madrid y esparte ha conseguido su adultez.
El comienzo de esta aventura está en tierras murcianas ante la simple atracción estética que me ofrecía el tejido de la pleita. Poco a poco fui acercándome a la cadencia y armonía con que se van entrelazando los diversos ramales (13, 15, 17, 19 y hasta 25). Después, las tiras de pleita avanzan y más tarde, al coserse, definirán un capazo, una panera o una alfombra. Hasta ahora el trabajo ha sido de recuperación y adquisición de destreza en la confección de diversas piezas y técnicas. No está todo hecho pero es preciso ofrecer este antiguo quehacer a quien lo desee. Queda todavía mucha labor de recuperación pero ha llegado el tiempo de conjugar ambas tareas. De momento, la actividad está ubicada en Valencia y próximamente se extenderá a Murcia y a Madrid. Los grupos de trabajo creo que no deben exceder de 10 ó 12 personas. Estimo que, para aprender bien se estructuraría el itinerario en 3 niveles e incluso un cuarto para afinar la técnica. No es difícil pero sí entretenido, aunque menos que la satisfacción que reporta una manufactura personal. Si estás interesado-a en participar en algún curso ponte en contacto a través de esparte@esparte.es y veremos la forma de habilitar algún espacio.
En esta página -www.esparte.es- puedes acercarte con tranquilidad y sosiego a esta artesanía que está anclada en las más hondas raíces humanas.
Por cierto, ¿a alguien le dice algo "atocha"?. Pues sí, es la planta del esparto. Pero también la estación de trenes de Madrid. Antiguamente, los terrenos en donde está ubicada ésta eran amplios atochares. Por tanto, incluso en el corazón de la gran urbe por excelencia está la marca de esta gran planta que resiste pertinaz el paso del tiempo; no en vano se denomina "stipa tenacissima".
Esparte – Jesús María Quintero Gómez
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No importa quién soy. Me gustaría ser puente, plaza del pueblo, parque con columpio y sobre todo un barquichuelo en el río que fluye camino del mar [...] El secreto es aprender a seguir con el río. Pedro Miguel Lamet
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El sigilo frente a la luz nació con los hombres. Gonzalo Santonja (1955), poeta español
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