En muchas iglesias y parroquias, lejos de toda ética, se imponen ciertas condiciones a la hora de contraer matrimonio, de forma que no se permite a la pareja elegir libremente qué fotógrafo profesional hará las fotos de la boda, o qué coro cantará en la ceremonia, o dónde comprar los adornos florales.
Normalmente, estos servicios están sujetos a un contrato de exclusividad con dicha iglesia. Y ya hay alguna sentencia a favor del fotógrafo particular que no pudo hacer su trabajo. Pero la verdad es que este proceder, sea legal o no, está fuera de todo comportamiento ético, y para mi, que soy cristiano practicante, me parece un comportamiento vergonzoso. Me da vergüenza pertenecer a un colectivo como es la Iglesia, al que se le supone una cierta catadura moral, y que sin embargo predica con malos ejemplos como éste. Precisamente, uno tiene una imagen de que la iglesia luchará contra todo aquello que esté mal, y sin embargo se encuentra que es una fuente de “problemas”. Además, el interés que hay detrás de todo esto da la sensación de que el cura se vende a tal fotógrafo o a tal coro a cambio de una comisión. Si esto fuera así, aunque el dinero sea destinado a labores humanitarias, sigue siendo un acto atroz e inmoral. No me queda más remedio que recordar a estas personas “que el fin NO justifica los medios”. En cualquier caso, creo que en la mayoría de casos el dinero no iría a labores humanitarias. El hecho es que todo esto hace aumentar el sentimiento colectivo de que los curas son los nuevos mercaderes del templo, y a más de una pareja de novios le apetecería que Jesús volviera y los echara a latigazos. Como creo que Jesús no aparece si no es en la conciencia de cada uno, espero sinceramente que la justicia convierta estos actos inmorales en ilegales lo antes posible.
Creo que son estas cosas las que provocan que poco a poco la iglesia pierda adeptos. Constantemente se publican encuestas en las que el porcentaje de católicos practicantes disminuye a velocidades de vértigo. Creo sinceramente que los impuestos revolucionarios no ayudan a la propagación del mensaje evangélico. No son pocos las webs de internet que han iniciado la puesta en marcha de una lista negra con las iglesias que cometen estas tropelías. No hay más que buscar en google por “Las exclusivas en las bodas”. |